Parque Chacabuco, una bandera de Huracán cayendo del cielo.

Luego de que el cabezón Matute se retiró de la barra a fines de los ‘80, quedaron hombres de peso como Sandokán, Melena, el Negro Luna, Joe, el Oreja y la Banda de Boulogne, entre tantos otros. Pero no había una cabeza definida y la hinchada de River quedó acéfala por años.

Sin embargo, a comienzos de los ‘90 ya se estaba consolidando la barra del Diariero y uno de los primeros hitos ocurrió el 3 de noviembre de 1991. River Plate recibía a Huracán por la fecha 10 del Torneo Apertura. En ese entonces el fútbol era un deporte verdaderamente popular. La entrada de la tribuna Almirante Brown (actual Sivori) era económica, pero la visitante era aún más accesible. (Creemos recordar que la General local costaba $10 y la visitante $7.) Por esa razón, era frecuente ver gente de River a ambos extremos de la tribuna Centenario Alta, aunque en el medio de ésta se ubicaran los hinchas visitantes. Y lo más increíble es que entre ambas parcialidades no había cordón policial ni división alguna.

Cómo se ve, eran otros tiempos…

Sucede que durante el primer tiempo la barra de Huracán, al menos en dos ocasiones, se bajó de los paravalanchas para dirigirse hacia los costados a pegarle a la gente de River que allí se encontraba. Eso despertó el enojo de El Diariero, quién no toleraba que una barra arremetiera de tal manera contra nuestra gente.

En aquel entonces, durante el entretiempo ya se levantaban los molinetes de los accesos y cualquiera podía ingresar a la cancha. Eso permitió llevar a cabo el plan de Los Borrachos del Tablón que consistía, sin más, en meterse “camuflados” en la tribuna visitante, en el medio de la barra del Globo.

Esa tarde, la acción no se hizo esperar. Porque apenas a los 2 minutos de comenzado el segundo tiempo, un tal Ramón Ángel Díaz convirtió el gol para darle el triunfo al Millonario. Eso despertó la furia de los barras de Huracán que, otra vez se bajaron de los paravalanchas para ir nuevamente hacia los costados a pegarle a la gente de River (que gritaba el gol desaforada)…

Imaginen la sorpresa de los Quemeros cuando, no más de veinte hombres, liderados por El Diariero y el Mono Saldivia, se identificaron a trompada limpia.

Aprovechando el desconcierto, uno de nuestros muchachos arrancó el trapo de “Parque Chacabuco” que estaba colgado en la baranda del Monumental.

A la Centenario Baja, ocupada plenamente por los locales, se habían dirigido los guachos. Entre ellos Juani, el Ciego, el Chino, el Gordo Gaby, Alan y alguno más. Imaginen la emoción de esos chicos, en su mayoría de unos 15 años de edad, al mirar hacia arriba y ver el trapo de Huracán cayendo del cielo. Con ese grupo de guachos estaba un viejo referente, “El Bolita Adrián”que fue el primero que tomó la bandera que caía para llevarla y exhibirla de inmediato en la Popular local como un mensaje inequívoco de Los Borrachos del Tablón: A LA GENTE DE RIVER NO LE PEGA NADIE !!!

Es una historia real.

LBT

Carrito de compra
Scroll al inicio