El desafiante plan de Los Borrachos del Tablón en favor del fútbol con público visitante.

En el año 2004 se jugó el primer Superclásico sin público visitante en el Monumental. Y, aunque vos nunca te enteraste Los Borrachos del Tablón estuvimos cerca de concretar una maniobra que desafiaba a las medidas de “seguridad” impuestas y ponía en ridículo a sus autoridades.

El 17 de junio de 2004 debía jugarse la Semifinal de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors.

Infortunadamente, se decidió unos días antes que dicho encuentro se disputaría SIN visitantes. A partir de la difusión de esta triste noticia la cúpula de nuestra barra orquestó un plan que, de haberse concretado, hubiese significado una bofetada a los organismos de seguridad en el fútbol y sus disposiciones que dañan el espectáculo.

Alan Schlenker conocía a un dirigente del Club de la ribera y lo contactó para proponerle una idea revolucionaria. Quería conseguir 25 hinchas de Boca que quisieran asistir al Monumental. Más precisamente, se les armaría un “corralito” en la Sívori Alta en medio de Los Borrachos del Tablón. Debían ser socios de Boca, concurrir con sus respectivas camisetas y exhibiendo sus carnets.

Semejante plan podía materializarse gracias al respaldo y reconocimiento que gozábamos Los Borrachos del Tablón por parte de los hinchas Millonarios.

De todos modos, se habían previsto varios recaudos. Los hinchas-socios de Boca debían ingresar al estacionamiento de River abordo de dos convis, escoltados por los líderes de Los Borrachos. Desde allí subirían juntos a la tribuna y la transgresora e inédita medida de protesta se llevaría a cabo durante el primer tiempo. Se preveía que durante el entretiempo los visitantes fueran acompañados para que emprendieran el regreso a su estadio.

El ambicioso plan se había compartido a los dirigentes y a las máximas autoridades de Seguridad del Club y estaba próximo a concretarse. Aunque gravitó en su contra la advertencia de una clausura del Monumental y, finalmente triunfó el curro de la “seguridad” y perdió el fútbol.

Es una historia real.

LBT

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