En el juicio por el trágico crimen de Gonzalo Acro, todas las pruebas y testimonios demostraron que se trató de una venganza del grupo denominado La Banda de Palermo, por el Ataque del Playón, una emboscada perpetrada por la barra brava oficial de Aguilar contra la referida Banda de Palermo. Se demostró que Acro acuchilló a Urko Berón, quien a su vez era compadre del Colo Luna, este último autor de los disparos que terminaron con la vida de Acro.
Que el crimen fue una venganza por las graves heridas que sufrió Berón por parte de Acro.
Sin embargo, el Tribunal Oral Nro. 15 decidió tirar por tierra todas las pruebas y testimonios que incriminaban a los de Palermo y decidió cargar contra los hermanos Schlenker. Y, cómo los jueces no tenían de donde agarrarse, simplemente le dieron valor a lo que declaró el imputado Luna, por sobre lo que habían afirmado, bajo juramento, numerosos testigos, allegados de Acro por cierto.
De esta manera, dejaron libres a varios implicados, con el único fin de encarcelar a los hermanos Alan y William Schlenker injustamente.
Se transcribe a continuación un pasaje del veredicto:
“La segunda y la tercera razón han sido aportadas por el acusado Luna al ampliar su indagatoria. Y se refieren a lo siguiente: si bien es verdad que él es el compadre de Berón, ambos estaban distanciados desde tiempo atrás, justamente porque el último había entablado negociaciones con Adrián Rousseau para que lo “indemnizara” por las heridas que sufriera en el Playón. El segundo dato que aportó Luna es que el agresor de su compadre no fue, como lo señalaron en el debate algunos testigos, Martín Gonzalo Acro, sino el propio Adrián Rousseau, de manera que –según el imputado- no existía un motivo excluyente para que “La Banda de Palermo” atacara a aquél.”
Lo que antecede es un pasaje del vergonzoso veredicto del Tribunal Oral Nro 15 y, en el se puede apreciar la ARBITRARIEDAD de los jueces que desecharon lo que declararon en la audiencia varios testigos, amigos, y hasta la novia de Acro, que había sido Gonzalo quien apuñaló a “Urko” Berón -hombre de La Banda de Palermo y compadre del “Colo” Luna, éste último, asesino de el joven Acro-.
Incluso, Gonzalo Acro estaba imputado por perpetrar con la barra brava oficial de Aguilar, el denominado Ataque del Playón.
Entonces, la única manera de meter presos a los Schlenker, fue desviando los hechos y las pruebas, a partir de la declaración, en soledad, del imputado Luna y dejando a varios de sus allegados de Palermo libres, pese a las pruebas que demostraban su participación en el cobarde y lamentable homicidio de Gonzalo Acro.