El día que la gente de River peleó en defensa de Los Borrachos del Tablón.

Todos recordarán el partido River vs San Pablo jugado en el Morumbí, tristemente conocido por la violencia con la que fuimos recibidos los hinchas de River. Micros rotos, desmanes dentro y fuera del estadio.

Pero la acción que más se recuerda es la arremetida de la Policía Militar de Brasil, que ingresó a la tribuna visitante repartiendo palazos a diestra y siniestra, acción que fue repelida por Los Borrachos del Tablón. Tanto es así, que la portada de diario Lance indicaba:
“Los Borrachos del Tablón 1, Policía Militar 0”
Este prestigioso diario deportivo de Brasil, daba cuenta de los repetidos abusos y excesos de esta fuerza, con las torcidas locales, pero que en esta ocasión la historia había sido diferente porque LBT logramos desalojarlos de la tribuna.

Sin embargo, lo que muy pocos recuerdan, es el partido de vuelta jugado en el Monumental el 27 de junio de 2005.
Antes conviene señalar que desde el año 2002, cuando Alan Schlenker se erigió como uno de los máximos referentes de la hinchada, River tenía el estadio más seguro de Sudamérica: ya no había punguistas en las tribunas, había regresado la familia a la cancha y la barra nunca iba a buscar a los visitantes.
Por todo lo expuesto, en aquellos años existía una comunión entre los hinchas y la barra, nunca antes vista.
Producto de ésta relación con tanta afinidad, ocurrió algo impensado.
Al finalizar el encuentro, los plateistas del Monumental comenzaron a arrojar objetos contundentes a los hinchas brasileños. Ante la mirada atónita de Los Borrachos del Tablón (desde la tribuna local) y de las fuerzas de seguridad que no podían creer lo que pasaba.
Y eso no es nada, en la Avenida Figueroa Alcorta se habían concentrado miles de hinchas de River que aguardaban furiosos la salida de los visitantes. La policía intentó repelerlos, sin éxito. Lanzaron gases lacrimógenos durante varios minutos y no lograban aplacar el ánimo de la gente.
La furia desenfrenada tenía su génesis en las imágenes del partido de ida en San Pablo y la gente se quería vengar por el maltrato a los suyos y a SU hinchada.
Al tomar conocimiento de lo que ocurría afuera, la cúpula de Los Borrachos se dirigió a la esquina de Figueroa Alcorta y Quinteros, la escena era dantesca, tachos de basura incendiados, corridas y gases por doquier, la gente enardecida arrojando piedras a la policía. Hasta que Alan levantó sus manos y le pidió a la gente que por favor depusiera su actitud. Luego se dirigió hacia la salida de la Centenario donde se encontraba el comisario Capdevila, quien estaba a cargo del operativo y le pidió que dejaran de lanzarle gases lacrimógenos a la gente y así lo hicieron.

Ese día todo fue al revés. La gente sacada y Los Borrachos del Tablón mediando para que cese la violencia y para que los hinchas del San Pablo pudieran volver a casa sanos y salvos.

Es una historia real.

LBT.

Incidentes en el Morumbí, 2005.
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