El loco Mingo, Tripa, Sandro, Matute y tantos otros referentes de la hinchada de River durante años cultivaron una serie de principios y tradiciones que le dieron el nombre y la identidad a la hinchada de River, LOS BORRACHOS DEL TABLÓN.
Abundaban las damajuanas de vino, se ponderaba el aguante en las tribunas de local y visitante, siempre se iba caminando a La Boca sin custodia policial, se cuidaba a la gente en todas las canchas. Por eso se gozaba de un fuerte reconocimiento por parte de los hinchas, socios, dirigentes y hasta de los jugadores.
La gente se sentía representada por verdaderos hinchas, genuinos y apasionados que conformaban la hinchada. Una pasión auténtica que en ningún momento los hizo pensar en lucrar con la institución que tanto amaban, al punto de arriesgar la vida, si fuera necesito.
Esa tradición que perduró por décadas y que le dio el gran prestigio y reconocimiento a Los Borrachos del Tablón, incluso, por parte de las demás hinchadas en todo el planeta, se perdió después del crimen de Gonzalo Acro en el año 2007.
A partir de allí, un grupo inescrupuloso liderado por Adrian Rousseau, Caverna Godoy y Matías Goñi, estaban dispuestos a todo para tomar el control de la barra, con el único fin de llenarse los bolsillos.
Fue así como se hicieron llamar “los amigos de Gonzalo”, cuando en verdad nunca les importó su muerte, tan solo se valieron de ella para encarcelar a quienes significaban un obstáculo a sus intereses.
Bajo el paraguas protector de Aguilar, hicieron una movida de prensa nunca antes vista, con lo que lograron la detención de 17 personas y solo así pudieron tomar el mando.
Así terminaron los hermanos Schlenker condenados a perpetua sin una sola prueba, sin tener nada que ver. Balá Echeverri también fue encarcelado porque había sido apuñalado por Acro. Cómo si no hubiera tenido suficiente, Balá sufrió el escarnio mediático digitado por la barra oficial, perdió su trabajo con 25 años de antigüedad, y le quitaron hasta la vida.
En fin hubo muchas injusticias como consecuencia de que la barra oficial tomara el poder.
A partir de allí, todo se desvirtuó. Montaron una empresa de reventa de entradas. Eran los protectores de Aguilar y sus manejos. Participaban en reuniones de comisión directiva, para amedrentar opositores. Algo impensado en la tradición de la barra original.
Así, durante años se sostuvieron las disputas entre barra oficial y disidente. Con un muerto en 2008, Joni Waldmeier, la lamentable emboscada a los del Oeste en cancha de Vélez y un sinnúmero de episodios violentos hasta el reciente enfrentamiento en las cercanías del Monumental el pasado 28 de enero de 2024.
Cabe recordar que en una oportunidad, cuando barra oficial y disidente estaban juntas, lo invitaron a un Superclásico al legendario Matute, quién quedó horrorizado con sus manejos y así lo hizo saber en una entrevista.
Luego, cuando Matute murió en un accidente automovilístico, éstos personajes ni siquiera fueron al velorio a rendirle homenaje…
Es importante remarcar que estos grupos en pugna NO son Los Borrachos del Tablón. Tan solo se escudan bajo falsas banderas y pretenden sacar rédito del prestigio ganado durante décadas.
Viven de espaldas a la historia, a los viejos líderes, que ni siquiera conocieron. Nunca pelearon con otra barra, no saben lo que es cuidar a la gente dentro y fuera del país, nunca enfrentaron a la policía. Encima utilizan las banderas del pobre Gonzalo, quien nunca les importó. De hecho, hace poco empezaron a liberar a los que perpetraron el crimen y nadie dijo nada. Ni siquiera la familia de Gonzalo se quejó.
También crearon símbolos como la calavera de fisura, que no tienen ninguna relación con la historia y la identidad de la barra de River. Incluso abrevian mal el nombre con las siglas LBDT, cuando en verdad siempre fue LBT. Pero ellos viven a espaldas de la historia ni siquiera les importa la tradición. Ni siquiera para disimular.
En fin, debe quedar claro que estos grupos NO son Los Borrachos del Tablón, solo intentan capitalizar para sí el glorioso nombre sin mérito ni trayectoria alguna.
Cómo decimos hace años, ahora Los Borrachos del Tablón somos todos y cada uno de los hinchas genuinos de River.
Lamentablemente, lo más preocupante para los que sostenemos la idea de que River TENGA una hinchada, después de estos episodios, parece que nos vamos a quedar con las ganas por mucho tiempo.

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