Liberaron a “Oveja” Pintos y te contamos la historia de la Banda de Palermo.

Allá por la década de 1970 y gracias al histórico líder de Los Borrachos del Tablón, Rubén Coppola más conocido como “Matute”, el barrio de Palermo se convirtió en el epicentro de la barra de River. La plaza Campaña del Desierto, ubicada en la intersección de las calles Costa Rica y Malabia, fue siempre el punto de encuentro.
A Matute lo sucedieron Ratón, Firpo y tantos otros hasta que le llegó el momento al “Oveja” Rubén Pintos, quien también conducía la murga Los Elegantes de Palermo.
De hecho, la citada murga fue contratada para animar el lanzamiento de campaña a presidente de River, de Hugo Santilli allá por el año 2001 en Costa Salguero.

A lo largo de los años la Banda de Palermo siempre ocupó un lugar preponderante en la barra. Era un grupo muy cerrado, de gente pesada, vinculada a salideras bancarias, pero en la tribuna no robaban. Varios de sus integrantes viajaron a Japón a ver la Copa Intercontinental en 1996. También se los pudo ver con Fernando Cavenaghi en el paravalanchas en 2004. Asistieron en buen número al Mundial de Alemania 2006.
Un año después ocurrió la tragedia que todos conocemos.

A partir de una salvaje emboscada con Zona Liberada, en el playón del Monumental, el 6 de mayo de 2007 a la salida de un River vs Independiente, cuando Gonzalo Acro asestó una puñalada en el cuello de Ariel “Urco” Berón, un antiguo integrante de la Banda de Palermo, que fue salvado de milagro en el hospital Pirovano.

La venganza de ese grupo no se hizo esperar. Esa misma noche, con armas de grueso calibre balearon la casa de Adrián Rousseau, quien había organizado y perpetrado la emboscada del Playón contra los de Palermo. Rousseau fue condenado a 4 años de prisión por esos hechos. (Acro también estaba imputado, pero fue asesinado antes que el juicio oral se llevara a cabo).

A mediados de julio de ese año, “Urco” Berón y su compadre Ariel “Colo” Luna consiguieron reunirse con Adrián Rousseau, en una confitería sobre la calle Billinghurst, ubicada a media cuadra de una comisaría.
Allí, los primeros le exigieron a Rousseau 50.000 dólares en carácter de “indemnización” por las heridas que sufrió Berón y, lo amenazaron que si no les pagaba, ellos se “encargarían de Gonzalo”.
Rousseau se cruzó de brazos y les respondió que él no era un banco.

Apenas unos días después de la negativa de Rousseau, se detectó la presencia del celular Nextel del Oveja, merodeando por el gimnasio de Villa Urquiza donde entrenaba Gonzalo. Esto fue el Martes 24 de Julio a las 22:04 hs. (Acro entrenaba los días Martes y Jueves en ese horario). Se cree que Pintos estudió el recorrido que hacía Gonzalo al salir del gimnasio.

Una semana después, una vecina del referido gimnasio, la señora Marta Ilda Chaud, afirmó haberse cruzado con los agresores de Acro, que lo habían ido a buscar pero éste no había asistido a su entrenamiento.

Finalmente, el Martes 7 de Agosto concretaron su emboscada en base al conocimiento que tenían del desplazamiento de la víctima. Girón y Piñeiro, ubicados en la primera esquina, dieron aviso a Luna y Pintos, que se encontraban esperando en la segunda esquina del trayecto usual que hacía Gonzalo.

A las 23:09 hs. los equipos Nextel de los nombrados huyeron raudamente del lugar. Más tarde, esa misma noche, Pintos llamó a su abogado por “asesoramiento profesional”.

Los Schlenker fueron considerados instigadores, sin una sola prueba. Únicamente por su “status de líderes de Los Borrachos del Tablón”.
Cabe aclarar que ese trágico Martes 7 de agosto ni siquiera hubo partido de fútbol.

¿Que fueron a hacer los de Palermo?
Según el Fiscal del juicio Dr. Gustavo Gerlero, los agresores fueron a lastimar y consideró en su alegato que la muerte de Acro fue como consecuencia de que éste se resistiera y peleara con sus atacantes. Luego del citado análisis, el fiscal solicitó 17 años de cárcel para los acusados.

Ariel “Colo” Luna fue señalado por Matera (el que acompañaba a Acro) como el autor de los disparos.
Recordemos que el crimen había sido caratulado “Homicidio triplemente agravado” cuya única pena posible para todos los partícipes era prisión perpetua.
Así las cosas, en el juicio Luna admitió haber estado presente esa noche (por lo tanto ya recibía perpetua) pero dijo que él no disparó y que lo hizo un tal Witty, que nadie conocía…

Lo cierto es que la estrategia de defensa fue un bochorno y el crimen fue utilizado por Aguilar y su barra oficial, para enviar a la sombra a su más acérrimo enemigo, Alan Schlenker.

Como resultado fueron condenados a prision perpetua como autores materiales: Cuca Giron, Pelado Piñeireo, Oveja Pintos y Colo Luna.

Y los hermanos schlenker tambien recibieron perpetua como supuestos instigadores.

A 17 años de aquel trágico crimen que arruinó para siempre a la mejor barra de todos los tiempos, Oveja Pintos consiguió pasar Año Nuevo en libertad. Ya que la jueza Monsalve le otorgó las salidas transitorias y, todo indica que en los próximos meses irán saliendo Girón, Luna y los demás condenados.

Lo que llama poderosamente la atención es el SILENCIO de la familia de Gonzalo y de todos los periodistas que cubrieron el caso durante más de una década. Inexplicable…

Es una historia real y todo lo narrado figura en el expediente judicial.

LBT.

Oveja Pintos recibió el 2024 en libertad.

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